Estado laico, democracia y libertad

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Se le conoce al Estado laico, como estado en el cual la religión no tiene influencia sobre la política nacional, es decir, los supremos poderes del Estado no invocan a motivos religiosos para tomar sus decisiones. Lo anterior no significa que dentro de un Estado laico, sus habitantes practiquen alguna religión, pero se mantiene una línea que separa lo político de lo religioso.

Diputada socialista promueve Estado laico mediante la Biblia

La diputada del Partido Frente Amplio, Priscila Vindas Salazar, usó una cita bíblica desde su cuenta oficial de Twitter para promover el Estado Laico, es decir, un Estado que no tiene religión oficial y que separa los asuntos religiosos de la política de Estado.

Sin embargo, la diputada cometió tres errores garrafales en su planteamiento. El primero es la contradicción, pues al tiempo que dice tener una postura de separar lo político de lo religioso, usa una cita de la Biblia para justificar su planteamiento, siendo esto precisamente lo que busca evitar un Estado laico.

Diputada del Frente Amplio usa Biblia para promover Estado laico

Publicado por Doxa CR en Domingo, 9 de octubre de 2022

El segundo error de la diputada, es haber malinterpretado el significado de la cita bíblica. Al encontrar la referencia de los evangelios en Marcos y Lucas, nos damos cuenta de que los fariseos habían tendido una trampa a Jesús para tratar de hacerlo quedar como un rebelde ante el Imperio Romano. Sin embargo, Jesús al decir: -dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios- estableció que no era incompatible cumplir con Dios y al mismo tiempo con el Imperio Romano. En ese sentido, no se puede interpretar que Jesús trató de separar la política de la religión, al contrario, recomendó a sus seguidores darle al emperador romano lo suyo (pagar tributos) y al mismo tiempo darle a Dios lo suyo (lo que predica el cristianismo).

(Mr. 12.13-17Lc. 20.20-26), Biblia Reina-Valera 1960

15 Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra. 16 Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres. 17 Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? 18 Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? 19 Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. 20 Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? 21 Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. 22 Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron.

Finalmente, el tercer error de la diputada, fue contradecirse respecto a su fe, pues como se observaba en su tweet inicial, interpelaba como una persona creyente a favor del Estado laico, pero otro tweet anterior del año 2019 la dejaba ver como una persona que había abandonado su fe. ¿A cuál versión le creemos o cuándo fue que Priscila volvió a ser creyente?

Diputada del Frente Amplio afirmaba ya no ser creyente en 2019

Publicado por Doxa CR en Domingo, 9 de octubre de 2022

Independientemente de las contradicciones y mentiras de la diputada socialista, es pertinente discutir, sin el uso de criterios religiosos, la convenencia o no de un Estado laico. También analizar si la molestia de la diputada tiene que ver con que a ella defiende la libertad de culto y de expresión, o si simplemente ataca a la Iglesia Católica por ideología mientras ella misma representa un peligro para la libertad.

Estado costarricense y religión

La Constitución Política de vigente en Costa Rica, establece en su artículo 75 que la religión Católica Apostólica Romana, es la religión oficial del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento y no impide el libre ejercicio de otros cultos que no se opongan a la moral universal ni las buenas costumbres.

Lo anterior deriva una obligación económica del Estado para la Iglesia Católica, pero no impide la práctica de otras religiones. Dentro de la misma Constitución Política de Costa Rica, nos encontramos varios impedimentos a personas vinculadas a la jerarquía religiosa postularse o aceptar ciertos cargos públicos: presidente o vicepresidente (artículo 131), ministro (artículo 142) o magistrado (artículo 159), una característica propia de un Estado laico. Además, el artículo 28 de la Constitución Política no permite la propaganda política a cargo de clérigos o por seglares pero invocando motivos religiosos.

Es decir, salvo por el aporte económico que realiza el Estado a la Iglesia Católica, Costa Rica es técnicamente un Estado laico donde hay libertad de culto y la religión no tiene espacio dentro de la política de Estado. La única discusión posible sobre el tema de Estado laico, es sobre el aporte estatal a la Iglesia Católica, y el impacto sobre algunos feriados oficiales, como Semana Santa o Navidad que corresponden a festividades religiosas.

Vale la pena reflexionar sobre el espíritu de la idea tras un Estado laico, que está completamente relacionado con la ilustración y la revolución francesa. Lo que buscaba el Estado laico era quitarle poder político al clero, ya que en una República libre y democrática, era imposible debatir tú a tú con quien se arrojara la más alta representación de la voluntad de Dios, en otras palabras, al usar la palabra de Dios en un proceso democrático, se anulaba la representación de aquellos no conformes con la voluntad divina.

Actualmente, existen estados islámicos que incorporan principios religiosos en su ley, y sin importar la disconformidad de considerables agrupaciones de la sociedad civil, la palabra de Dios es incuestionable. En el mundo Occidental, ha caído la figura clerical, pero han surgido agrupaciones sectarias y violentas que no tienen respeto por quienes discrepen con sus ideales, hablo por supuesto de agrupaciones socialistas y progresistas que en nombre de la justicia social, la igualdad, una falsa ciencia y superioridad moral e intelectual, censuran, atacan y quieren fuera de la política a cualquiera que no se ajuste a sus ideas.

Por el motivo anterior, si creemos en la libertad de culto y la democracia, no debemos procurar únicamente separar al Estado de la religión, sino evitar que agrupaciones radicales (progresistas y socialistas) se hagan del poder político y pongan en peligro la libertad de expresión y culto, así como a la democracia.

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